14/3/18

EVOLUCIÓN TERRESTRE (II)



La convergencia es un fenómeno natural que según algunas de las autoridades más prestigiosas se dá en todos los seres vivientes, plantas o animales. Es exactamente lo contrario a la divergencia, que en realidad es otro nombre para la evolución.

Por convergencia se significa la tendencia que se observa en formas vivas no relacionadas filogenéticamente entre sí a responder a similares contingencias de la vida desarrollando estructuras semejantes. Estas estructuras incluyen no solo rasgos del esqueleto mismo sino órganos internos, órganos de los sentidos, fluidos corporales, incluso (al menos en las aves) rasgos como llamadas, coloración y hábitos de construcción de nidos. Es como si hubiera en la naturaleza algún mecanismo intrínseco por el que cualquier animal o planta, al hacer frente a un problema que se deba resolver a fin de sobrevivir, pueda desarrollar una estructura que resuelva el problema de la forma más económica y eficiente.

Pero podemos ir más allá de esto y decir que estas soluciones exhiben una notable tendencia a conformarse tan estrechamente a un patrón, dependiendo de la naturaleza del problema, que tipos de animales sumamente diferentes (placentarios y marsupiales por ejemplo), que no tienen una relación lineal por lo que atañe al pensamiento evolucionista actual, se desarrollan por separado en líneas tan similares que, si no tuviésemos otra
información en sentido contrario, nos llevarían a la errónea
suposición de que están muy estrechamente relacionados.
Por lo tanto, las alas de una mariposa y las de un ave, a pesar de tener diferente origen, cumplen la misma función debido a un proceso de evolución tipo convergente.

La convergencia es un fenómeno casi universal, este es un hecho constatado. Hay animales de los que se puede demostrar que no están relacionados y que han desarrollado estructuras o mecanismos precisamente similares y que son tan complejos que es totalmente inconcebible que puedan haber surgido puramente por accidente. Y estas convergencias no son en absoluto superficiales. Con frecuencia son de tal naturaleza que involucran a todo el animal.

Continuará...

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