14/4/17

LO ABSOLUTO (III)


La idea de sustancia es la clave del universo concebido, y el universo material solo es la misma idea hecha sensible. Ya dijo Raimundo Lulio: «si las leyes del entendimiento son las mismas que las del universo, conocidas aquellas, nada nos resta para conocer también estas otras».
Todo esto es cierto; solo que aquí hay un germen de psicologismo que es menester extinguir hasta en su raíz. En vez de decir las leyes del entendimiento son las mismas que las del universo, debemos decir que las leyes del universo son las mismas que las que el entendimiento conoce. «Conócete a tí mismo» por el conocimiento de Dios, porque mi conocimiento no me puede dar el conocimiento de Dios, mientras que el conocimiento de Dios es el que me puede dar el conocimiento de mí mismo.

Sabiendo ya que las nociones de ser, de ente, de esencia y de causa son iguales a la de sustancia, y además que la sustancia es solamente una idea sustancial, estudiemos ahora cual es la sustancialidad de esa idea.

Según Platón, “hay en la inteligencia una cosa universal, invariable, independiente del tiempo y del espacio, y de toda circunstancia, a saber, las ideas”.
Y yo añado: en las ideas hay una idea ejemplar que las resume todas, idea matriz que contiene el germen de todas las ideas, preconcepción universal con la cual el ser concibe y crea todas las existencias, idea magna rerum mater, preconcepción de todas las concepciones, suma de toda ciencia: lo absoluto, o lo que es lo mismo, la Sustancia.

¿Cuál es la razón de todo? La razón de todo son las ideas, son lo que está por encima de todo.
El mundo ideal existe por necesidad, es ontológico; conocido por nosotros es psicológico, y practicado por nosotros el mundo ideal se convierte en un mundo real.
El universo se compone de lo medible, de lo que mide, y de la medida de todo. Lo medible son las cosas, lo que mide la razón, y Dios la medida de todo. Lo creado y lo creable no es ni puede ser más que un reflejo de lo absoluto.

Y ¿qué es lo absoluto? Lo absoluto es todas las ideas contenidas en una sola idea; es el conjunto de todas las ideas sometidas a la unidad.
Puesto que el mundo abstracto es el más verdadero porque es el eterno mundo real, busquemos la idea matriz que sintetice el conjunto de las ideas.
¿Buscaremos esta idea madre entre lo medible, entre las cosas? No; todo ser contingente solo tiene su razón suficiente en el ser necesario. Es menester convencer a los hombres de que el carpintero que sierra una tabla lo hace obedeciendo, sin saberlo, a algún principio abstracto, a alguna ley matemática, cuyo tipo es lo absoluto, cuyo ejemplar es Dios.
¿Buscaremos, como Descartes y su escuela, la idea madre en un hecho de conciencia? Tampoco; la ciencia en nuestro espíritu está, pero no es, nuestra conciencia se va; pero el saber se queda.

Continuará...

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