9/4/17

LO ABSOLUTO (II)


La noción del ser, es sin contradicción la más universal, y en consecuencia la más simple que se halla en nuestro espíritu. La idea más general que tenemos es la de alguna cosa. La nada absoluta nos es imposible concebirla, y el hablar de ella es contradecirse a sí mismo. Para concebir la nada sería menester tener de ella alguna idea, y todas nuestras ideas siempre y necesariamente se relacionan a alguna cosa, sea a cualquier cosa que es, sea a cualquier cosa que puede ser, sea a un objeto, sea a una cantidad, sea a una relación.

La ontología, la reina de las ciencias, es la ciencia del ser, de lo que es eternamente, de lo que no puede dejar de ser, la ciencia que prueba que todos los posibles se efectúan de un modo necesario. Según la proposición de la escuela, «el ser es todo lo que no repugna la existencia». Así ser y existir es una misma cosa, porque en la idea lo mismo existe lo que es, que lo que puede ser, y la ciencia debe abrazar no solo el ser, sino lo que puede ser, no solo lo que es, sino todo lo que es posible que sea.

Antes, el principio de causalidad y la noción del ser se llamaban la idea del ente. Esta noción se dividía en tres categorías: ente que es todo de suyo y nada de otro, lo increado, lo necesario, lo eterno, Dios; ente de otro ente, lo que subsiste mientras subsiste, la criatura; y ente por otro ente, lo que es atributo, lo accidental.

Algunos antiguos filósofos hacían figurar la unidad y el ser, o lo que nosotros llamamos la sustancia, en la esencia, y llamaban esencias a las ideas. La distinción entre la esencia y la sustancia no ha comenzado a establecerse hasta el reinado de la filosofía escolástica.

Platón hacía consistir la esencia en la sustancia.
El ente, el ser, la causa, la esencia y la sustancia; cinco nombres de una misma cosa en diferentes estados; pues ente es la idea abstracta de ser; ser es la idea más concreta de ente; causa, que es una idea general como la de ente, y más determinada que la de ser; y sustancia, que siendo la idea de ente concreto, de un ser que es de cierto modo, y de una causa que lo motiva todo, viene a representar la idea más universal y más completa de ser.

Englobadas todas las cuestiones de ente, de ser, de esencia y de causa en la noción única de sustancia, vamos a examinar cual es la idea esencial, la idea madre, el tipo ideal, la idea de las ideas.

¿De qué se componen las cosas? De una sustancia primera que existe de sí, y de otras secundarias que existen por sí.
Sustancia es lo que siempre subsiste, es lo que queda inmutable en medio de las mudanzas, es aquello que en toda diversidad permanece idéntico, como la unidad en el número; es lo que variando de estados no muda de naturaleza.
La sustancia que subsiste en sí, de sí, y por sí, es eterna por necesidad, es Dios.
La sustancia que existe por sí, es la que existe mientras existe. La sustancia que existe recibiendo el ser de otro, es criatura. La sustancia que existe por otro, es atributo. Lo que hay más abstracto en el pensamiento es lo que hay más real en las cosas. Y es indudable que para andar seguros por la tierra es menester ir mirando al cielo. Si tuviéramos bastante percepción para conocerlo, veríamos que no hay solución de continuidad entre el hecho y la idea, entre lo finito y lo infinito, entre el mundo y Dios.

Continuará...

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