25/11/12

ERATÓSTENES DE CIRENE


Biografía.

Eratóstenes, de origen probablemente caldeo, nació el 276 a.C. en Cyrene, la actual Shahhat (Libia). Estudió en Alejandría y durante un tiempo en Atenas, fue discípulo de Aristón de Quíos, de Lisanias de Cirene y del poeta Calímaco, y gran amigo de Arquímedes.
Fue astrónomo, historiador, geógrafo, filósofo, poeta, crítico teatral y matemático. Trabajó con problemas de matemáticas, como la duplicación del cubo, números primos, y escribió muchos libros.
En el año 236 a.C. Ptolomeo Evergetes le llamó a Egipto para que se hiciera cargo de la Biblioteca de Alejandría, puesto que ocupó hasta el fin de sus días, ocurrido durante el gobierno de Ptolomeo V Epífanes, Suidas afirma que tras perder la vista, desesperado, se dejó morir de hambre a la edad de ochenta años.
Eratóstenes poseía una gran variedad de conocimientos y aptitudes para el estudio, fue apellidado Pentathlos, nombre que se reservaba al atleta vencedor en las cinco luchas de los Juegos Olímpicos. Suidas afirma que también era conocido como el segundo Platón y diversos autores dicen que se le llamaba además por el sobrenombre de Beta porque ocupó el segundo lugar en todas las ramas de la ciencia.
Inventó el primer reloj de sol moderno al que denominó Skaphe.
Un cráter lunar lleva su nombre.

Astrónomo.

A Eratóstenes se le atribuye la invención, hacia 255 a.C. de la esfera armilar que aún se empleaba en el siglo XVII.
Aunque debió usar este instrumento para diversas observaciones astronómicas, sólo queda constancia de la que le condujo a la determinación de la oblicuidad de la  eclíptica. Determinó que el intervalo entre los trópicos (el doble de la oblicuidad de la eclíptica) era los 11/83 de la circunferencia entera, resultando para dicha oblicuidad 23º 51' 19", cifra que posteriormente adoptaría el astrónomo Claudio Ptolomeo.
Según algunos historiadores, Eratóstenes obtuvo un valor de 24º, debiéndose el refinamiento del resultado hasta 11/83 al propio Ptolomeo. Además, según Plutarco, de sus observaciones astronómicas durante los eclipses dedujo que la distancia al Sol era de 804.000.000 estadios, la distancia a la Luna 780.000 estadios y, según Macrobio, que el diámetro del Sol era 27 veces mayor que el de la Tierra. Realmente el diámetro del Sol es 109 veces el de la Tierra y la distancia a la Luna casi tres veces la calculada por Eratóstenes, pero el cálculo de la distancia al Sol, admitiendo que el estadio empleado fuera de 185 m. fue de 148.752.060 kms. muy similar a la unidad astronómica actual.
A pesar de que se le atribuye frecuentemente la obra Katasterismoi  que contiene la nomenclatura de 44 constelaciones  y 675 estrellas, los críticos niegan que fuera escrita por él, por lo que usualmente se designa como pseudo-Eratóstenes.

El tamaño de la Tierra.

Sin embargo, el principal motivo de su celebridad es sin duda la determinación del tamaño de la Tierra.
Para ello inventó y empleó un método  trigonométrico  además de las nociones de latitud y longitud ya introducidas, al parecer por Dicearco, por lo que bien merece el título de padre de la geodesia. Por referencia, según parece no hizo la observación por sí mismo, sabía que en la ciudad de Siena (hoy Asuán, en Egipto) el día del solsticio de verano los objetos no proyectaban sombra alguna y la luz alumbraba el fondo de los pozos; esto significaba que la ciudad estaba situada justamente en el trópico, y su latitud era igual a la de la eclíptica que ya conocía.
Eratóstenes, suponiendo que Siena y Alejandría tenían la misma longitud (realmente distan 3º) y que el Sol se encontraba tan alejado de la Tierra que sus rayos podían suponerse paralelos, midió la sombra en Alejandría el mismo día del solsticio de verano al mediodía, demostrando que el cénit de la ciudad distaba 1/50 parte de la circunferencia, es decir, 7º 12' del de Alejandría; según Cleomedes, para el cálculo de dicha cantidad Eratóstenes se sirvió del scaphium o gnomon.
Posteriormente tomó la distancia estimada por las caravanas que comerciaban entre ambas ciudades, aunque bien pudo obtener el dato en la propia Biblioteca de Alejandría, fijándola en 5000 estadios, de donde dedujo que la circunferencia de la Tierra era de 250.000 estadios, resultado que posteriormente elevó hasta 252.000 estadios, de modo que a cada grado correspondieran 700 estadios. Admitiendo que Eratóstenes usó el estadio de 185 m. el error cometido fue de 6.616 kilómetros (alrededor del 17%), sin embargo hay quien defiende que usó el estadio egipcio (300 codos de 0,524 cm.), en cuyo caso la circunferencia polar calculada hubiera sido de 39.614,4 kms. frente a los 40.008 considerados en la actualidad, es decir, un error menor del 1%.
Acerca de la exactitud de los cálculos realizados por Eratóstenes se han escrito varios trabajos; en uno de ellos, Dennis Rawlins argumenta que el único dato que Eratóstenes obtuvo directamente fue la inclinación del cenit de Alejandría, con un error de 7', mientras que el resto, de fuentes desconocidas, resultan ser de una exactitud notablemente superior. Ciento cincuenta años más tarde, Posidonio rehizo el cálculo de Eratóstenes obteniendo una circunferencia sensiblemente menor, valor que adoptaría Ptolomeo y en el que se basaría Cristóbal Colón para justificar la viabilidad del viaje a las Indias por occidente; quizá con las mediciones de Eratóstenes el viaje no se hubiera llegado a realizar, al menos en aquella época y con aquellos medios y seguramente sea ése el error que más ha influido en la historia de la humanidad.
¿Cómo midió Eratóstenes?

Matemático.

Sobre geometría conocemos por el título, pues ningún ejemplar ha sobrevivido hasta nuestros días, una obra suya citada por Pappus como uno de los grandes libros de geometría, “De locis ad medietates”.
Se conserva también una carta a Ptolomeo Evergetes sobre la duplicación del cubo citada por Eutocio en su comentario a la obra de Arquímedes y contribuyó a la aritmética inventando un método conocido como la criba de Eratóstenes  para determinar números primos que nos ha llegado a través de la Introducción a la Aritmética de Nicomedes.

Geógrafo.

También fue importante su contribución a la geografía, palabra de su invención, que antes de Dicearco, Eudoxio y el propio Eratóstenes constituía una amalgama de conocimientos dispersos en numerosas obras de viajeros y cronistas. Eratóstenes, supo recoger todos estos tesoros que se encontraban en la Biblioteca de Alejandría, conocimientos procedentes en su mayoría de las conquistas de Alejandro Magno, para componer una obra sistemática titulada “Geographika”, dividida en tres volúmenes: el primero pasaba revista crítica a sus predecesores y exponía las investigaciones acerca de la forma de la Tierra, que él creía una esfera inmóvil; el segundo contenía lo que hoy se llama geografía física, incluyendo el ensayo acerca del tamaño de la Tierra antes comentado; y el último libro versaba sobre geografía política y en el se incluían las descripciones de las comarcas conocidas tomadas de los relatos de viajeros y geógrafos precedentes. Tal como hiciera Dicearco antes, para situar las ciudades tiró una línea paralela al  ecuador  desde las  Columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar) hasta el extremo oriental de Asia, dividiendo la tierra habitada en dos partes, y trazó el meridiano por Alejandría y Siena. La obra, según parece, contenía un mapa en el que se indicaban las ciudades y accidentes geográficos, ríos, montañas, lagos, etc.
Esta obra no está exenta de polémica ya que Marciano acusó a  Eratóstenes  de haber plagiado el tratado de Timóstenes “Sobre los puertos”, lo que  desmiente Estrabón cuando afirma que si bien Eratóstenes concedía gran valor a la obra de Timóstenes, en no pocas ocasiones no compartía sus opiniones. Los fragmentos entonces disponibles fueron recopilados y publicados con el título “Eratosthenica” por Gottfried Bernhardy (Berlín, 1822) junto con otras obras de Eratóstenes.

Poeta.

La obra poética de Eratóstenes comprende dos obras “Erigone”, elogiada repetidamente por Longino, y  “Hermes”, la más conocida, poema de asunto astronómico y geográfico que trata de la forma de la Tierra,  de su temperatura,  de los diferentes climas y de las constelaciones. Escribió varios tratados sobre filosofía moral y se le atribuyen, sin certeza, otras obras filosóficas. Sus producciones  históricas  estuvieron ligadas íntimamente a las matemáticas, siendo su obra más importante en esta disciplina la “Cronografía”, obra en la que recoge las fechas de los acontecimientos literarios y políticos más importantes; se cree que Las Olimpiadas, citadas por Diógenes Laercio y Ateneo, formaban parte de la Cronografía. También escribió un tratado “Sobre la antigua comedia ática”, del que son fragmentos “Arjitectonicos” y “Skenographicos” en los que trató de la decoración, el vestuario, la declamación y el argumento de obras de Aristófanes y Cratino entre otros. También estudió la obra de Homero y escribió una biografía sobre la vida del poeta que no ha llegado hasta nuestros días. En la citada “Eratosthenica”, Bernhardy compiló la lista de todas las obras atribuidas a Eratóstenes, así como los fragmentos de sus escritos entonces conocidos exceptuando “Katasterismoi”.

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